Darnos cuenta de las cosas que hemos logrado y sentirnos orgullosos de nosotros mismos es esencial para desarrollar la autoestima.

La autoexigencia, cuando es equilibrada, nos impulsa a crecer y a alcanzar nuestras metas. Sin embargo, cuando es excesiva, se convierte en una fuente de agotamiento emocional y estrés.

¿Eres de los que pospone las actividades y le cuesta focalizarse en la acción?

Nuestro cerebro prospera con la rutina, ya que le ofrece una sensación de control y estabilidad.

Establecer límites saludables en tu vida hará que te sientas mejor contigo mismo y mejores tus relaciones con los demás.