Según el Manual Estadístico de diagnóstico (DSM-5), se identifican estos trastornos: pica, rumiación, evitación/restricción de la ingesta de alimento, anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno de atracones.

En este blog nos vamos a centrar en explicar la anorexia y la bulimia, ya que son los más frecuentes y más conocidos en la sociedad, por lo que consideramos que es necesario explicar y clarificar ambos conceptos.

Anorexia nerviosa

Para que una persona padezca este trastorno debe tener las siguientes características:

• Restrinja su alimentación en relación a las necesidades de cada uno, lo que lleva a una disminución de peso considerable. Este peso se define como un peso que es inferior al mínimo normal o al esperado según edad.
• Miedo intenso a engordar o ganar peso
• Percepción errónea en la forma de verse a sí mismo, ya sea el peso o falta de reconocimiento de la gravedad de un bajo peso corporal.

Esos son los criterio principales. A partir de aquí, podría ser:

• Tipo restrictivo: no ha presentado conductas compensatorias purgativas, es decir, tiende al ayudo, dieta o ejercicio excesivo.
• Tipo atracones/purgas. Ha tenido episodios recurrentes de atracones (vómito autoprovocado, ha utilizado laxantes, diuréticos o enemas.

Es muy común que haya intercambio entre los dos tipos durante el curso del trastorno, incluso es frecuente que pase de anorexia a bulimia o viceversa con facilidad.

La gravedad se establece según el IMC de la persona y el peso perdido.

La principal característica de la bulimia es la pérdida de peso y el excesivo control y perfeccionismo que suele existir en este tipo de personas.

La anorexia nerviosa puede conducir a problemas causados por la desnutrición y el bajo peso corporal, como los siguientes:

• baja tensión arterial (o hipotensión)
• pulso lento o frecuencia cardíaca irregular
• sentirse cansado, débil, mareado o llegarse a desmayar
• estreñimiento e hinchazón abdominal
• Amenorrea
• huesos débiles
• retraso de la pubertad y crecimiento más lento de lo normal
• sentirse solas, tristes o deprimidas
• ansiedad y miedos a ganar peso
• ideas de hacerse daño a sí mismas

Bulimia nerviosa

Para que una persona padezca este trastorno debe tener las siguientes características:

• Episodios recurrentes de atracones, los cuales consisten en ingerir en un periodo determinado una cantidad de alimentos que sea claramente superior a la que la mayoría de las personas podrían ingerir, además de tener una sensación de falta de control sobre lo que se ingiere en el episodio.
• Comportamiento compensatorio inapropiado para evitar aumentar de peso (vómito, laxante, diurético, ayuno o ejercicio excesivo).
• Los atracones deben aparecer una vez a la semana durante 3 meses.
• Se valoran a sí mismos según su peso corporal o su constitución.

La gravedad en este caso se especifica según el número de atracones que aparezcan por semana.

Como se puede observar, en la bulimia no hay una pérdida significativa de peso.

Además, mientras que la anorexia se caracteriza por un excesivo control, la bulimia se caracteriza como una pérdida de control e impulsividad, lo que suele causar episodios de remordimientos y culpabilidad.

Ambos suelen presentarse a una edad temprana e influyen mucho la educación o ambiente en el que se desarrollen ya que muchas conductas compensatorias pueden ser copiadas de otras personas de su alrededor.

¿A qué se deben?

Este tipo de trastornos no tienen una sola causa.

Es importante comprender que los trastornos de la conducta alimenticia suelen ser provocados por problemas varios (trabajo, baja autoestima, inseguridad, falta de habilidades sociales, traumas en infancia, problemas familiares o de pareja..) Esto significa que aparecen como una forma de gestionar sus emociones ante otros problemas. Por ello es importante saber el origen del problema y no solo centrarse en la comida o su restricción, ya que si no se detecta el motivo de esta desregulación emocional pueden volver a aparecer este tipo de conductas más adelante.

En estos trastornos el problema principal no es la comida, sino que son consecuencias de otros problemas que les generan malestar pero no pueden controlar. Por eso acuden a algo que sí pueden controlar, qué ingieren o qué no.

Los genes, el ambiente y el estrés desempeñan un papel. Hay algunos factores que pueden aumentar las probabilidades de que una persona tenga un trastorno de la conducta alimentaria, como los siguientes:

• imagen corporal distorsionada o negativa
• centrarse demasiado en el aspecto físico o en el peso
• ponerse a dieta a edades tempranas
• practicar deportes que se centran en el peso (gimnasia, ballet, patinaje sobre hielo y lucha libre)
• tener un familiar con un trastorno de la conducta alimentaria
• problemas de salud mental, como ansiedad, depresión o TOC

Si teneis más dudas sobre este tipo de trastornos podeis escribirnos al correo y os contestaremos o asesoraremos encantados.