Síndrome del cuidador
Las personas que cuidan a otra persona sin remuneración económica son los cuidadores principales, y ellos también necesitan cuidar de sí mismos.
El cuidador principal es aquella persona que se encarga de realizar todas las tareas que se derivan del cuidado de las personas dependientes. Normalmente, suelen ser familiares de esa persona dependiente, y de manera más frecuente mujeres. El principal problema que se plantea es que, al ser un familiar, esto no se considera un trabajo, por lo que no suelen percibir una remuneración económica, no se tienen horarios estipulados y acaba interfiriendo en todos los ámbitos de la vida del cuidador, ya que dedica la mayor parte de su tiempo a esto.
Todo ello, suele hacer que la persona encargada del cuidado de otra, acabe sufriendo una serie de síntomas que se experimentan cuando hablamos del Síndrome del Cuidador Quemado. Entre ellos destacan los siguientes:
- Estado de agotamiento
- Síntomas ansioso depresivos
- Cansancio, Insomnio y pérdida de apetito
- Preocupación constante y estrés
- Aumento de la irritabilidad
- Sentimientos de soledad
- Desesperanza
- Rabia y hostilidad
- Culpabilidad
- Abandono de necesidades personales como el ocio
- Aislamiento social
- Problemas en el ámbito personal y familiar
Si te sientes identificado con esta situación, es decir, eres la principal persona encargada del cuidado de otra persona dependiente y estás empezando o llevas tiempo experimentando algunos de estos síntomas, debes valorar la posibilidad de estar sufriendo el síndrome del cuidador quemado.
Y es por ello que seremos claros, tu también te mereces ser cuidado. Es decir, el cuidador tiene derecho a tener su propio tiempo libre, a descansar y a tener tiempo de calidad para sí mismo.
Por ello, os dejamos una serie de recomendaciones a seguir para paliar los síntomas de este síndrome:
- Compartir responsabilidades del cuidado: es necesario que hables con otras personas para compartir la responsabilidad del cuidado de la persona dependiente.
- Aceptar la ayuda de los demás: a veces, cuando hemos asumido el rol de cuidador, nos resulta complicado desprendernos de nuestras funciones. Es primordial que aceptemos la ayuda de los demás y deleguemos.
- Establecer horarios: es importante que empieces a limitar los horarios de atención a la persona dependiente, ya que si no se limitan, será difícil desconectar mentalmente de las responsabilidades y preocupaciones derivadas del cuidado.
- Descansar: dedica tu tiempo a descansar lo suficiente
- Tiempo de disfrute: es muy importante recuperar tu tiempo de ocio, tu tiempo en familia, tu tiempo con amigos, tu tiempo dedicado a experiencias positivas y de disfrute.
- Pedir ayuda: si los síntomas siguen sin disminuir, pide ayuda a un profesional especializado.
En Centro de Psicología Emociones os ayudamos a gestionar y tratar los síntomas derivados del síndrome del cuidador quemado.