A nuestro cerebro le gusta tener la certeza de las cosas, se siente tranquilo. Es por ello, que los hábitos y las rutinas no solo organizan nuestro día, sino que también son aliados clave de nuestra salud mental.

Beneficios de trabajar en tus hábitos y rutinas:

Reduce el estrés: Al saber qué esperar durante el día, disminuye la incertidumbre y la ansiedad.

Mejora el descanso: Una rutina consistente favorece un sueño más reparador.

Aumenta la productividad: La planificación diaria ayuda a enfocarte en lo importante y ser más eficiente.

Refuerza el sentido de control: Las rutinas te permiten sentir que llevas el timón de tu vida, aumentando tu confianza.

Cómo instaurar nuevos hábitos:

Implementación: Define cuándo, dónde y cómo realizarás el hábito.

• Ejemplo: “Haré ejercicio a las 7:00 AM en el parque.”

Acumulación de hábitos: Asocia un nuevo hábito con uno ya existente para reforzarlo.

• Ejemplo: “Después de lavarme los dientes por la mañana, meditaré durante 5 minutos.”

Ponte en acción:

Elige un hábito que quieras implementar esta semana. Planifica cuándo y cómo lo harás, y establece recordatorios visuales o digitales para no olvidarlo.