Día de reflexión y perdón
El perdón no es solo un regalo para los demás, sino también para ti mismo.
Tómate un momento para reflexionar. El año casi ha terminado y si aún le guardas rencor a alguien o incluso a ti mismo, es hora de trabajar en el perdón. Cualquier sentimiento de culpa, vergüenza, resentimiento, ira o molestia solo te perjudica a ti mismo. Al aferrarte a estos sentimientos los alimentas y disminuye tu atención hacia lo bueno que tienes en tu vida, te impide disfrutar de ello, consume tu energía emocional y te impide disfrutar plenamente del presente. No permitas que estas emociones desagradables y pensamientos negativos ensombrezcan tus vivencias.
Ejercicio para trabajar el perdón hacia uno mismo:
1. Piensa en algo que sientas que no te has perdonado a ti mismo. Puede ser un error que cometiste, una decisión que lamentas, o un momento en el que sentiste que fallaste.
2. Ahora, identifica qué emociones sientes cuando piensas en esa situación (tristeza, vergüenza, rabia, frustración...)
3. Después, puedes escribirte una carta en la que expreses compasión y comprensión hacia ti mismo. La carta debe incluir frases como: “Te perdono por lo que hiciste”, “Te entiendo y no eres una mala persona por ello”, “Es humano cometer errores” y “Aprendí algo valioso de esta experiencia”.
4. Por último. incluye en esta carta una afirmación sobre a lo que te comprometes a hacer para cuidar de ti mismo en el futuro.
Beneficios de trabajar el perdón:
Liberación emocional:
Dejas atrás cargas que ya no necesitas, lo que te permite avanzar con mayor ligereza.
Reducción del estrés:
Soltar resentimientos disminuye la tensión emocional y física asociada al estrés.
Mejora de las relaciones:
Perdonar fomenta conexiones más auténticas y saludables con los demás.
Mayor autocompasión:
Perdonarte a ti mismo refuerza la relación que tienes contigo, ayudándote a aceptar tus errores como parte del aprendizaje.
Aumento del bienestar general:
El perdón trae paz mental, lo que impacta positivamente en tu salud y felicidad.