Cuándo acudir a un psicólogo
El estigma de ir al psicólogo, una creencia errónea que sigue pesando en la actualidad
La mayoría de las personas aún tienen miedo a aceptar que tienen que ir al psicólogo. Pienso que nuestra maravillosa profesión aún le pesa el estigma “si voy al psicólogo es que estoy loco”.
Es por eso que hoy he decidido escribir sobre esto, y más si cabe porque cómo indica la OMS, posiblemente los efectos observados del COVID afecten a nuestra salud mental.
Y sí, hablo de SALUD, nuestra profesión es SANITARIA, es decir, no somos COACHES, no somos un AMIGO, no somos un CURANDERO…
Nuestra profesión es sanitaria, y debe de cumplir con:
- Carrera universitaria más máster u homologación.
- Cumplimos con un seguro responsabilidad civil.
- Nuestros centros SANITARIOS deben estar homologados por la JUNTA DE ANDALUCIA.
- Estamos Colegiados.
Siento que tenga que recalcar esto, pero como psicóloga sanitaria con más de seis años de experiencia, hoy en día me encuentro que el PACIENTE; persona VULNERABLE emocionalmente antes de acudir a terapia ha pasado por muchas vías, a veces poco científicas, que sin saber de qué hablan, meten información innecesaria y en ocasiones mentiras… Y crean más daños en las personas…
Y voy a defender mi profesión cuando digo que la psicología es ciencia empírica, es decir demostrable, nuestros estudios sobre el comportamiento humano se basan en una parte científica de conocimiento del cerebro, neurotransmisores, psicobiología, psicofarmacología…. Conocemos la base del comportamiento humano.
Una de las cosas que llevo también observando es que la persona antes de acudir al psicólogo acude a diferentes profesionales sanitarios: posiblemente acuda al digestivo (la mayoría de las veces por dolores estomacales que no remiten), al cardiólogo (taquicardia que no salen en los electros), incluso neurólogos (migrañas y cefáleas), se hacen las pruebas pertinentes, y no sale nada….
Es cuando, nuestros compañeros los médicos le indican, “creo que es psicológico debe usted acudir a un psicólogo”. Y si el paciente no tiene mucha resistencia… acude a terapia. Y te dice, me han comentado que es psicológico “pero yo me siento mal con mis cefaleas”.
Y efectivamente te sientes mal, a eso en psicología lo llamamos somatizaciones, y cómo se decía en la antigüedad “mente sana in corpore sano”, nuestro cerebro gobierna nuestro cuerpo, y cuando nuestros neurotransmisores, disminuyen o aumentan considerablemente, comenzamos a tener síntomas fisiológicos.
ENTONCES, ¿Cuándo ACUDO A TERAPIA?
Lo primero que te tienes que preguntar es lo siguiente, lo que me está pasando me está afectando a nivel personal, familiar, amistad, trabajo…
- ¿Se están viendo afectadas algunas o varias de estás áreas?
Si la respuesta es sí, pasamos a la siguiente pregunta:
- He acudido a distintos médicos y no ha salido nada en las pruebas que me han realizado.
Si la respuesta es sí, pasa a la siguiente cuestión:
- Me observo a mi mismo, y no reconozco mi comportamiento, mis emociones, mis pensamientos, mis conductas… pienso que “yo no soy el mismo y esto no me hace más feliz”
Si la respuesta es sí. Posiblemente ir a terapia, podría ser una buena opción. Acudir a terapia supone entender tu mente, soltar piedras que pesan demasiado, supone trabajar tus pensamientos, emociones, y conductas. Tu historia, relaciones, creencias, apegos… Crecer a nivel personal. Y encontrar bienestar.
Cómo psicóloga os puedo decir que acompañar a cada paciente en su travesía personal, me supone un descubrir y amar cada vez más mi profesión.
Si tenéis dudas de lo que es acudir a terapia, no dudes en llamar y preguntar todas las cuestiones.
Ir al psicólogo no es estar en terapia de por vida, es descubrir, acudir a nuestro almacén de herramientas, aplicarlas, reestablecer nuestro bienestar y despedirnos.
Depende del tipo de terapia, en centro emociones nos centramos en la cognitivo conductual, y esperamos que en 10 sesiones máximo, el objetivo propuesto haya sido alcanzado.