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Técnicas de relajación

Practicar técnicas de relajación diariamente fortalece la capacidad de autorregulación, ayudándote a manejar los síntomas de ansiedad o estrés de manera efectiva.


Nuestro cuerpo tiene la capacidad de autorregularse a través de la respiración. Es por ello que podemos usarla en momentos de crisis, por ejemplo, ansiedad.

Sin embargo, para que sea efectiva en el momento de crisis, debemos entrenarla previamente. Te recomendamos practicarla 5 minutos al día.

Práctica de respiración:

1. Siéntate en una silla, con la espalda recta y apoyada en el respaldo. Intenta que no esté rígida, sino que mantenga una posición de relajación en todo el cuerpo.

2. Inhala y exhala profundamente. Repítelo 3 veces. Con cada exhalación intenta relajar más tu cuerpo y liberar tu mente de pensamientos que te distraigan del momento presente.

3. Ahora lleva toda tu atención a lo que sientes mientras respiras. Para ello, puedes llevar tu atención a la punta de tu nariz y nota como entra y sale el aire, solo eso.

4. Cuando percibas que tu atención se ha desviado a cualquier otro pensamiento, sin juzgarte ni valorar ese pensamiento, simplemente vuelve a centrar tu atención en la punta de tu nariz.

Beneficios de trabajar en técnicas de relajación:

Reducción inmediata del estrés:
La respiración consciente activa el sistema nervioso parasimpático, promoviendo la calma.

Mejora del enfoque y la claridad mental:
Practicar técnicas de relajación ayuda a despejar la mente y a mejorar la concentración.

Prevención de crisis de ansiedad:
Entrenar tu mente y cuerpo a relajarse reduce la intensidad de las reacciones ante momentos de estrés.

Fomento del bienestar general:
Una práctica constante mejora el sueño, la digestión y la sensación de tranquilidad.

Ponte en acción:
Dedica 5 minutos al día para practicar esta técnica. Si intentas realizarla a la misma hora y en el mismo lugar, te será mucho más fácil recordar el hábito. Es un pequeño compromiso con grandes beneficios.