Cada vez existen más profesionales que derivan a sus pacientes a un logopeda, sin embargo, muchos de ellos no conocen realmente para qué sirve, ni todas las funciones que abarca la logopedia.

Nos encontramos casos en los que un ortodoncista deriva a su paciente a un logopeda por presentar deglución atípica; un otorrino, por presentar problemas de voz; un neurólogo, tras haber sufrido una lesión cerebral, ICTUS o ACV; un pediatra, por presentar dificultades en la deglución, etc.

El logopeda es un profesional SANITARIO, por lo que para obtener el título oficial debe estudiar única y exclusivamente el grado en LOGOPEDIA, formado por áreas como anatomía, neurología, fisiología y psicología, entre otras.

El logopeda debe estar COLEGIADO para asegurar su fiabilidad y cumplir con los requisitos legales en cuanto a tener cobertura de un seguro de responsabilidad civil. Además, los logopedas cursamos formación específica (Máster, Expertos, títulos…) de diferentes especialidades para ampliar nuestros conocimientos. Por tanto, un logopeda no interviene únicamente en problemas o trastornos de comunicación, habla o lenguaje, sino que también trata alteraciones en la voz, la audición, la lectura, la escritura, incluso funciones tan esenciales en nuestro día a día como la respiración, la alimentación, la masticación o la deglución.

Existen algunas disciplinas que usan el término ``logopeda´´ e incluso desempeñan el papel del logopeda sin serlo, lo que provocará confusión en el paciente, el tratamiento será más lento y posiblemente nunca se alcancen los resultados esperados, ya que el logopeda no solo se encarga de intervenir. Toda intervención requiere una investigación, detección, prevención, asesoramiento, promoción, educación, evaluación, diagnóstico, pronóstico y orientación previa.

Debemos dejar atrás el mito de que la logopedia es solo para niños, ya que el logopeda acompaña a la persona en las diferentes etapas de su desarrollo, desde el bebé que presenta alguna alteración al nacer hasta el anciano que bien por su edad avanzada o por alguna enfermedad o lesión ha perdido sus habilidades comunicativas.

Por tanto, ¿cuáles son las patologías que atiende el logopeda en niños?

• Retraso simple del lenguaje.
• Dislalias.
• Trastornos específicos del lenguaje (TEL).
• Mutismo.
• Trastornos de la fluidez verbal y tartamudez.
• Trastornos de la lectoescritura.
• Alteraciones de la voz.
• Discapacidad intelectual.
• Déficits auditivos.
• TDAH/TDH.
• Trastornos neurológicos.
• Trastornos del Espectro Autista (TEA).
• Alteraciones oromotoras (deglución atípica, disfagia, respiración bucal, etc).
• Parálisis cerebral.

Y, ¿en adultos?

• Trastornos de la comunicación.
• Trastornos de la articulación.
• Trastornos de la fluidez verbal y tartamudez.
• Trastornos de la lectoescritura.
• Alteraciones de la voz.
• Discapacidad intelectual.
• Déficits auditivos.
• Trastornos neurológicos o daño cerebral adquirido (Afasias).
• Enfermedades neurodegenerativas (Demencias, Parkinson, Alzheimer, Esclerosis Múltiple, ELA, etc.).
• Alteraciones oromotoras (deglución atípica, disfagia, respiración bucal, etc).
• Oratoria.

A continuación se detalla una guía sobre cuándo acudir al logopeda en cada una de las áreas del desarrollo humano.

Cuando acudir al logopeda.pdf