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Mindfulness

El mindfulness es la práctica de prestar atención al momento presente de manera intencionada y sin juzgar lo que está sucediendo a nuestro alrededor y dentro de nosotros mismos.


Hoy te proponemos realizar una sencilla práctica.

Práctica de iniciación: Mindfulness con chocolate

Para realizarlo, primero tendrás que comprar un chocolate que no hayas probado nunca o que haga mucho tiempo que no pruebas. Puede ser negro e intenso, con leche y avellanas… el que más te apetezca. Lo importante es que elijas un tipo que no consumas habitualmente.

A continuación, ubícate en un lugar en el que no te vayan a molestar y sigue los siguientes pasos.

1. Compra un chocolate que no consumas habitualmente.

2. Abre el envoltorio.

3. Inhala el aroma del chocolate, deja que te envuelva.

4. Parte un trozo de chocolate y obsérvalo. Deja que tus ojos observen con atención la onza de chocolate, su forma, textura, etc.

5. Póntelo en la boca, si es posible, sujétalo con la lengua y deja que se derrita.

6. Presta atención a cada impulso de chuparlo.

El chocolate posee más de 300 sabores diferentes. Comprueba si distingues alguno. Si has notado que tu mente se dispersa, simplemente observa, observa donde ha ido y tráela cariñosamente al momento presente. Cuando el chocolate se haya derretido por completo, trágalo muy lentamente y de manera consciente. Deja que caiga por tu garganta. Ahora si lo deseas puedes repetir con otro trozo.

Una vez finalizada la práctica, reflexiona:

¿Cómo te sientes?

¿Es diferente a lo habitual?

¿Te ha sabido mejor el chocolate que si te lo hubieses comido a un ritmo normal?

Beneficios de trabajar en el mindfulness:

Reducción del estrés, ansiedad y depresión:
Al vivir el presente, disminuyes preocupaciones sobre el pasado o el futuro, aliviando tensiones emocionales.

Aumento de la atención y concentración:
Entrenar tu mente a través del mindfulness mejora tu capacidad para mantenerte enfocado en las tareas diarias.

Mejora en la regulación emocional:
Permite gestionar mejor tus reacciones ante situaciones difíciles, fomentando una actitud más equilibrada.

Fomenta la conexión contigo mismo y los demás:
Estar presente fortalece las relaciones interpersonales al escuchar y conectar de manera auténtica.

Ponte en acción:
Este es un ejemplo, pero puedes probar a hacerlo con otros momentos de tu vida cotidiana. ¿Te animas a intentarlo? Si quieres seguir aprendiendo no dudes en consultarnos.