La tensión arterial es la presión que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias. Esta presión es de vital importancia y decisiva para que la sangre llegue a todos los órganos del cuerpo. Por ello debe encontrarse entre un valor máximo y mínimo.

La hipertensión arterial es el aumento de la presión máxima, mínima o de ambas. Cuando esto ocurre pueden producirse los siguientes daños en el organismo:

• Infartos o trombosis por la acumulación de grasas en las arterias.
• Lesiones en riñones, cerebro, corazón y ojos.
• Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares debido al mayor trabajo realizado por el corazón.

Cuando se llega a padecer hipertensión, en la mayoría de los casos, se requiere de medicación. Pero lo ideal es no llegar a este estado y en caso de padecerla cambiar el estilo de vida para complementar de forma favorable el tratamiento médico.

Pero...¿Qué puedo hacer para no llegar a esta situación?

Algunas de las pautas y recomendaciones que se muestran a continuación se basan en llevar un estilo de vida más saludable y son:

1. Mantener una alimentación sana, variada y equilibrada. Por ello reduzca la cantidad de sal, grasas y harinas refinadas (que son los componentes básicos de la gran cantidad de alimentos ultraprocesados que se consumen a diario). En su lugar, aumenta el consumo de frutas, verduras y hortalizas.
2. Aumentar la actividad física diaria, bien con una rutina deportiva o aumentar tu NEAT (actividad física no programada que genera gasto calórico, como limpiar la casa, ir al trabajo caminando, hacer la compra...)
3. Eliminar el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas.
4. Mantener un peso y composición corporal saludable.

Recuerda que eres dueño de tu salud y que el objetivo es avanzar en las mejores condiciones de vida. Busca un estilo de vida cardiosaludable que tu cuerpo y sobre todo tu corazón, te lo agradecerán.