Fortalezas
Solemos dedicar poco tiempo a pensar en nuestras cualidades positivas, recursos y fortalezas personales. Por ello, hoy te proponemos que hagas una lista sobre los aspectos positivos que admiras en ti mismo.
No tienen que ser cosas extraordinarias, pues aquellas pequeñas cosas que hacemos en el día a día son muestra de la cantidad de cualidades y recursos que empleamos.
Por ejemplo: intento ser amable y respetuoso con los demás, cuidar de mi familia, me esfuerzo en mi trabajo, soy paciente y tolerante, etc.
Cómo crear tu listado de fortalezas:
1. Reflexiona sobre tus cualidades positivas y puntos fuerte: piensa en las cosas que se te dan bien, en las que eres bueno o no te cuesta hacer. Piensa también en momentos en los que has superado desafíos o alcanzado metas. ¿Qué cualidades utilizaste para lograrlo?
2. Consulta a personas de confianza: A veces, nuestras fortalezas son más evidentes para los demás que para nosotros mismos. Pide a un amigo o familiar que te diga una cualidad positiva que admire de ti.
3. Revisa las áreas principales de tu vida:
En el trabajo: ¿Eres organizado, responsable, creativo?
En tus relaciones: ¿Eres empático, atento, comunicativo?
En momentos difíciles: ¿Eres resiliente, optimista, decidido?
4. Incluye pequeñas acciones: Las cualidades no siempre están asociadas a grandes logros. Las pequeñas cosas del día a día, como escuchar a alguien que lo necesita o mantener la calma en una situación complicada, también son reflejo de tus fortalezas.
Beneficios de trabajar en tu listado de fortalezas
Fomenta la autoestima:
Reconocer tus fortalezas te ayuda a valorarte más. Cuando te enfocas en lo positivo que hay en ti, reduces la autocrítica y empiezas a construir una imagen de ti mismo más equilibrada y realista. Esto mejora tu relación contigo mismo y tu seguridad.
1. Mejora de la autocompasión:
Hacer un listado de tus fortalezas te permite ser más amable contigo mismo. En lugar de centrarte en tus errores o debilidades, pones en primer plano lo que haces bien y lo que ya has conseguido. Esto fomenta una relación más saludable contigo mismo.
2. Incremento de la motivación:
Identificar tus habilidades y cualidades te recuerda de lo que eres capaz, lo cual aumenta tu motivación para enfrentar los desafíos del día a día.
3. Fortalecimiento de la resiliencia:
Al ser consciente de tus fortalezas, puedes apoyarte en ellas durante momentos difíciles. Por ejemplo, si eres paciente o creativo, estas cualidades pueden ayudarte a resolver problemas o a mantener la calma en situaciones de incertidumbre.
4. Atención en lo positivo:
Crear un listado de fortalezas cambia tu perspectiva. En lugar de enfocarte en tus debilidades, te centras en las cualidades que ya posees y que te hacen valioso. Este cambio de enfoque también mejora tu estado de ánimo.
5. Conexión con tus valores:
Al reflexionar sobre tus fortalezas, puedes identificar lo que es realmente importante para ti, lo que te define como persona. Esto te ayuda a vivir una vida más alineada con tus valores y prioridades.