Diálogo Interno
Vamos a tratar de identificar en qué situaciones se activa tu diálogo interno negativo, para poder corregir el modo en que te hablas.
Si hiciste el reto 3, seguro que habrás detectado alguna de estas situaciones.
El primer paso es identificar los pensamientos negativos que aparecen de forma automática en nuestra mente. Para ello, es importante prestar atención a nuestro diálogo interno e incluso dedicar un tiempo a anotarlos para hacernos conscientes de ellos.
El segundo para consistirá en cambiar dicho pensamiento negativo por otro alternativo que nos ayude a interpretar la situación de la forma más realista posible.
Cómo reformular el diálogo interno negativo:
Cuando identifiques un pensamiento negativo, intenta cambiarlo por otro más realista.
Ejemplos:
- Pensamiento negativo: “Todo me sale mal”.
- Pensamiento alternativo: “Tengo derecho a equivocarme, la próxima vez estaré más atenta”.
- Pensamiento negativo: “Todos me miran y seguro que piensan mal de mi ”.
- Pensamiento alternativo: “No puedo saber lo que piensan los demás. Lo más normal es que estén pensando en sus cosas, sus inquietudes, su familia, en sus problemas, etc. No me conocen, por lo que no es probable que me critiquen. Yo en su lugar, no lo haría.".
- Pensamiento negativo: “Seguro que si voy a la fiesta me rechazarán, nadie me hablará y pensarán que soy raro. Lo mejor es quedarme en casa”.
- Pensamiento alternativo: “No puedo saber lo que pasará ni cómo pensando los demás. No tengo ninguna prueba para pensar esto”.
Beneficios de trabajar en el diálogo interno:
1. Reducción del malestar emocional:
Cambiar los pensamientos negativos que nos producen malestar por otros que nos traten de forma más amable y realista, disminuye emociones desagradables como la culpa, el miedo y la frustración.
2. Aporte de bienestar físico y psicológico:
Un diálogo interno positivo reduce los niveles de estrés, lo que afecta directamente en la salud física, como en la regulación del sistema inmunológico y el control de la presión arterial.
3. Mejora de la calidad de vida:
Cambiar tu diálogo interno te permite enfrentar desafíos con mayor optimismo y disfrutar más de las pequeñas cosas.
4. Potenciación de la autoestima:
Hablarte con respeto fortalece la confianza en ti mismo, ayudándote a creer en tus capacidades y habilidades.
Ponte en acción:
Lleva un registro diario de tus pensamientos, tratando de detectar los pensamientos negativos. Intenta buscar una interpretación alternativa de al menos uno cada día, buscando alternativas más realistas y constructivas. Recuerda que este proceso requiere práctica, pero con el tiempo, tu diálogo interno se convertirá en tu mejor aliado.