Existen 3 tipos de estilos comunicativos: inhibido, agresivo y asertivo.

El estilo inhibido consistiría en no decir nada, no defenderse, evitar el conflicto ante todo, aunque nos haya dado rabia la situación, provocando tristeza y frustración.

El estilo agresivo no respeta, quiere imponer sus opiniones y puede faltar el respeto a los demás, incluso gritando o insultando, provocando conflictos o problemas con los demás.

La comunicación asertiva es un estilo de comunicación en el que la persona expresa y defiende sus derechos, sentimientos, deseos y opiniones sin dañar ni vulnerar los derechos propios ni de los demás, haciéndolo de manera clara, directa y respetuosa.

Para ponerla en práctica te proponemos que sigas estos sencillos pasos:

Identifica tus emociones y necesidades:

¿Qué quiero expresar?, ¿Qué quiero lograr de esta conversación?

Busca el momento y lugar adecuados.

Utiliza un lenguaje claro y directo, basado en expresar cómo te sientes ante la situación problema.

Expresa cuáles son las consecuencias.

Expresa qué necesitas y ofrece soluciones.

Ejemplos de comunicación asertiva:

“Me siento frustrado porque no he tenido tiempo para descansar”,

“Me siento abrumada cuando me asignan tareas sin consultarme antes. Agradecería que me consultes antes de asignarme una nueva tarea, así puedo organizar mejor mi tiempo.”

“Cuando levantas la voz me siento molesta y no logro escuchar lo que dicen, me gustaría que bajaras el tono de voz, por favor.”

Ponte en acción:

Te proponemos que comiences a poner en práctica el estilo comunicativo asertivo.