Algunas investigaciones, como la realizada por Hayeon Song y su equipo (2014), publicada en la revista Computer in Behavoir Human, han demostrado que las redes sociales y la tecnología han ampliado nuestra red social, así como nuestras relaciones interpersonales. Sin embargo, trasladar nuestras relaciones a entornos digitales, suele estar asociado con una menor profundidad en nuestras conexiones, mayor sentimientos de soledad y menos satisfacción con la vida. Un estudio llevado a cabo por el departamento de psicología de Castilla y la Mancha, dirigido por Navarro, Larrañaga, Yubero y Villora (2020) destacó que en España, el 19,3% ha informado haber sufrido los efectos psicológicos del efecto Ghosting, al menos una vez en el último año y quienes había sufrido, reflejaron menores niveles de satisfacción vital, sentimientos de impotencia y soledad.

¿Qué es Ghosting?

Llevas unas semanas o meses hablando con esa persona que te gusta, intercambias mensajes, quedáis de vez en cuando, hasta que un día le enviamos un mensaje y no nos contesta. Pasa un día, le volvemos a enviar un mensaje y no contesta. Pasan tres días o más, y esa persona no da señales de vida, incluso descubres que te bloqueó. En este caso, se dice que has sido víctima de Ghosting.

Ghost, es una expresión inglesa, que significa “Fantasma” que se utiliza para representar del comportamiento de una persona que decide terminar un vínculo, sea cual sea éste, desapareciendo de forma abrupta, sin dar ninguna explicación. Es una etrategia adoptada para disolver relaciones no deseadas sin tener que romperlas. La particularidad del ghosting, es desaparecer, esfumarse, sin aviso previo, como un fantasma, evitando dar aclaraciones del porqué y sin necesidad de estar en contacto con la persona que lo recibe. Desaparecer y romper un vínculo de esta forma, tiene consecuencias, tanto para quien lo hace (ghosteador@) como para quien lo recibe ( ghostead@).

Sufrir este tipo de negligencia, básicamente, te deja impotente y no te deja la oportunidad de hacer preguntas o de recibir información que te ayude a procesar emocionalmente la experiencia. Te silencia, te impide expresar tus emociones y ser escuchado, lo cual es importante para mantener tu autoestima. Por otro lado, quien lo recibe, tiene que enfrentarse a la separación, solo y puede sentirse indefenso, ya que no solo tenemos que superar la ruptura, sino que tenemos que lidiar con el dolor y la incertidumbre de no saber qué es lo que ha ocurrido, por lo que dificulta el proceso de cierre de esa relación. Para entender este comportamiento, nos gustaría dejar claro, que este fenómeno, tiene que ver más con la persona que desaparece, que con la persona que se queda gestionando sus efectos.

Causas que llevan a las personas a hacer Ghosting:

• Evitar conflicto/confrontación: la persona utiliza esta estrategia, por miedo a hacer daño al otro; aparece también un temor a la confrontación derivada de tomar la decisión de acabar la relación. Incluso puede estar evitando el gran malestar o incomodidad de ser partícipes del sufrimiento o el dolor del otro. Esta actitud se sostiene por la creencia que, desapareciendo, voy a generar menor dolor, y sensación de rechazo, que haciéndolo de forma clara y directa. Sin embargo, este comportamiento, lastima mucho más, ya que al romper el vínculo sin dar la oportunidad a la otra persona de comprender lo sucedido, dificulta más la elaboración sana de la ruptura.
• Falta de responsabilidad. Si desaparezco, evito ejercer la responsabilidad de expresar mis sentimientos o pensamientos, ni lidiar con los sentimientos de la otra persona. Estas personas, suelen estar más preocupadas en evitar su propio malestar, más que evitar el dolor del otro; de esta forma, mi atención se aleja del daño que puedo causar al otro, actuando a través de la negligencia afectiva ( ignorar las necesidades o sentimientos de la persona con la que tengo un vínculo).
• Escasa Inteligencia Emocional. Estas personas pueden tener una gran dificultad en identificar cómo se sienten en relación al otro, y muchos menos comprender tales sentimientos, generando así una incertidumbre emocional que es percibida como intolerable y negativa, entonces para escapar de esa sensación de no saber lo que quieren ni de lo que sienten, escapan sin dar explicaciones.

• Falta de interés genuino en la persona o en la relación. Quizá el otro, ya no es percibido como importante, o bien, el vínculo ya no se valora lo suficiente, sea por falta de motivación o porque se está conociendo a alguien más. En ocasiones, se prefiere no cerrar la oportunidad de continuar la comunicación, por si más adelante se decide retomar.
• La persona, no siente que esa relación sea un espacio seguro para expresar abiertamente lo que siente.
• Existe un sentimiento de miedo tan abrumador de decepcionar a los demás, que desplaza el sentimiento de honestidad para expresar el deseo de no continuar con la relación.
• La persona entiende que no podrá satisfacer las necesidades del otro y les resulta más tolerable gestionar la vergüenza de no estar a la altura que afrontar de forma clara la ruptura.
• A lo largo de su historia personal, las conductas de escape y huida han sido aprendidas como estrategias de afrontamiento para protegerse de un daño, y son utilizadas para no exponer las heridas emocionales existentes ( miedo a decepcionar, miedo al rechazo, miedo a hacer daño, baja autoestima, pocas habilidades sociales,etc.).

Consecuencias psicológicas en la víctima ( Ghostead@):

• Sentimientos intensos de Culpa acompañados de ideas relacionadas con sentir que se ha hecho algo mal.
• Conductas obsesivas ( fantasías sobre lo que ocurrió, estalkear sus redes sociales, escribirle de forma sistemática para buscar respuesta, justificaciones excesivas, etc.) dirigidas a comprender el comportamiento de la persona que desaparece.
• Sentimientos de humillación, desvalorización y daño en nuestra estima. Pensamientos de no haber sido suficientemente importante para esa persona.
• Dudas y autoevaluación negativa. Tendencia a la autocrítica y a juzgar de manera negativa, nuestros actos, deseos y sentimientos.

• Sentimientos de incertidumbre que se vuelven muy desagradables y dañinos.
• Aislamiento. Sentimiento de desconfianza hacia los demás, y gran dificultad para establecer nuevas relaciones sentimentales.
• Sentimientos de gran inseguridad y dolor, que pueden perdurar en el tiempo, ya que no tenemos la certeza respecto al fin de la relación.
• Sentimientos de tristeza, ansiedad, apatía, incluso alteración del sueño.
• Sentimientos de frustración y de rabia, incluso cierto resentimiento hacia la otra persona.

Consecuencias para la persona que practica Ghosting (Gostheador@)

• Sentimientos de culpa o remordimiento, por no haber actuado según sus valores o creencias. En ocasiones, preocupación por haber terminado la relación de esa manera.
• Al no exponerse a situaciones de conflicto, no desarrollan estrategias adecuadas de comunicación, evitando oportunidades para mejorar sus habilidades emocionales y sociales.
• Desconexión emocional y afectiva, que puede afectar a la hora de establecer relaciones nuevas.
• Aumenta el miedo al conflicto o al enfrentamiento. Al evitar la confrontación, es percibida como más peligrosa.
• Dificultad para asumir las consecuencias de sus actos. Tratar a los demás como personas que no tienen sentimientos, refleja falta de sensibilidad y empatía.

Recomendaciones para reducir el impacto psicológico del Ghosting:

La mejor manera de afrontarlo, es romper cuanto antes ese vínculo y evitar retomar el contacto con la persona que lo ejerce, ya que podemos aumentar nuestra vulnerabilidad al daño. Algunas de nuestras recomendaciones son:

• Se consciente y acepta que se abrirá un proceso de duelo por la relación. Sea cual sea el motivo por le que la persona desaparece, hay que dejar de justificar y buscar explicaciones excesivas. Acepta que la persona desapareció porque no quería seguir, porque no pudo o porque no encontró la forma de gestionar sus emociones, ni las tuyas.
• Fomenta el respeto y tu amor propio, ten compasión y respeto por tu dolor y tu angustia. Reduce la autocrítica ( lo que no hicimos bien o lo que hicimos mal), deja de recordar cada detalle y trata de acordarte que este proceso tiene más que ver con las carencias del otro más que con las tuyas.
• Permítete estar abierto a todos los sentimientos ( desengaño, tristeza, rabia, injusticia, culpa, miedo), evita suprimir esos sentimientos, así como juzgarlo o evaluarlos como buenos o malos. Evita practicar el perfeccionismo emocional “ Debería estar así o no tendría que ponerme así”, ya que amplifica nuestro sentimiento de frustración, culpa y dolor.
• Utilizar estrategias de gestión de pensamientos ( mindfulness, parada de pensamiento, distracción) si te encuentras sobrepensando en lo ocurrido.
• Evitar enfadarnos en exceso con nosotros mismos, y poner el foco en la irresponsabilidad de quien nos ha hecho daño.
• Expresa tus sentimientos, ya que al sacarlo de ti mismo, es una forma de ordenar nuestro mundo interno. Poner en palabra y comunicarlo con alguien de confianza, ayudará a procesar esta experiencia emocional tan dolorosa.

• Potencia el autocuidado de tu mente y tu cuerpo. Realiza una lista de actividades agradables ( meditación, ejercicio físico, pintar, dibujar, salir con amigos, etc.), y llévalas a cabo una vez al día, durante al menos diez dias.
• Suprime todas las acciones dirigidas a retomar el contacto ( seguimiento en redes sociales, hablar con amigos de esa persona, etc.). Ponte un límite de tiempo o numero de intentos para recuperar el contacto. Una vez transcurrido el límite, corta todo contacto con esa persona y sigue adelante con tu vida.
• Por último, si sientes que aún con todas les herramientas que tienes, no terminas de afrontar este tipo de ruptura, no dudes en ponerte en manos de profesionales de la psicología.

Es imprescindible desarrollar la habilidad de desear sin quedarse atrapado en el deseo, es necesario querer sin aferrarse como si de aquello dependiera tu vida. En pocas palabras, es fundamental aprender a soltar ( Jorge Bucay).

Referencias Bibliográficas:

Navarro, R., Larrañaga, L., Yubero, S., y Víllora, B. (2020). Psychological Correlates of Ghosting and Breadcrumbing Experiences: A Preliminary Study among Adults. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17, (3): 1116.

Song, H.; Zmyslinski-Seelig, A.; Kim, J.; Drent, A.; Victor, A.; Omori, K.; Allen, M. (2014). Does Facebook make you lonely? A meta-analysis. Computer Human Behavoir,36, 446–452.