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¿Cómo ayudo a mi familiar con depresión?

Tener una persona cercana que esté sufriendo un episodio depresivo suele ser una situación difícil, ya que puede generar mucha incertidumbre y la sensación de no saber qué hacer. Comentaremos algunos aspectos básicos para cuidadores.


Lo primero para poder ayudar a una persona con depresión, es entender que no se trata de una forma de ser, falta de fuerza de voluntad, de actitud, ni de debilidad… cuando nos referimos a un episodio depresivo, hablamos de una enfermedad, que requiere de un diagnóstico profesional y un tratamiento, ya sea psicoterapéutico o farmacológico.

Los síntomas abarcan alteraciones tanto a nivel emocional (sensación de tristeza, ansiedad, culpa, irritabilidad, ausencia de ilusión por las cosas…), conductual (tendencia al abandono del cuidado personal, lentitud), de pensamientos (preocupaciones, dificultad a la hora de tomar decisiones banales, dificultad de concentración) y físicos (cansancio, insomnio, cambios en el apetito…).

Muchas veces no se sabe cuál es causa inmediata de la depresión, si no que puede ser un cúmulo de factores, tanto a nivel social, como biológico o genético.

El siguiente paso sería ayudarle a recibir ayuda profesional. Para muchas personas, resulta vergonzoso tener que buscar ayuda por estos motivos, ya que también se pueden concebir a sí mismos como débiles, inútiles… Como ya se ha comentado, esto no es cierto, si no que es un trastorno tratable, por lo que es muy importante asegurar la asistencia a citas y el cumplimiento del tratamiento pautado.

En muchas ocasiones, resulta inútil dar consejos u órdenes (“anímate, levántate y pasea”). La persona no ha elegido sentirse mal, y probablemente esto genere sentimientos de inutilidad o impotencia. Es mejor transmitir escucha, comprensión (“entiendo que lo estás pasando mal”), paciencia y que no está solo en esto. A veces, las personas solo necesitan sentirse escuchados para desahogarse, sin esperar una solución a los problemas.

Por último, cabe destacar que es muy importante el cuidado del cuidador. El tratamiento de una depresión suele requerir bastante tiempo. En este proceso, es normal que los allegados puedan tener momentos en los que se sientan cansados, desbordados o desesperanzados. Es importante prevenir este desgaste, para ello es fundamental recordar lo siguiente:

  1. No existen culpables en este proceso. Ni la persona que sufre, ni sus allegados porque no mejoren todo lo rápido que uno querría.
  2. Mantener las actividades placenteras y dedicarse un rato diario a uno mismo.
  3. Tener en cuenta el propio sufrimiento y buscar apoyo y hablar de los sentimientos y emociones.

Esto son recomendaciones a modo general que no sustituye a una recomendación especializada. Si tiene dudas de como actuar ante una situación, no dude en pedir ayuda profesional especializada.